LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

lunes, 23 de julio de 2012

LA GRINGA DEL ALMACÉN DEL BARRIO


(*)

En realidad no es gringa gringa (nacida en Italia, digamos) sino hija y nieta de gringos, pero es como si lo fuera: se siente exiliada en la Argentina, como atrapada en un país de mierda digamos.

No importa que -siendo casi analfabeta- llegó a ser propietaria y comerciante y la levanta con pala (algo con lo que en Italia jamás podría siquiera haber soñado): odia tanto a la Argentina que se pregunta porque acá no se puede matar a los presidentes cuando no te gustan, como hacen en EEUU.

Y a los argentinos: todavía hoy se está preguntando como la inundación del Salado no siguió más tiempo y no subió más el agua, así se ahogaban todos esos negros de mierda.

Su mundo es el almacén, del que sólo sale para volver a su casa, no conoce Mar del Plata y recién hace poco conoció Rosario; pero eso no le impide disertar (desde atrás del mostrador) sobre el mundo como si lo conociera: está plenamente convencida por ejemplo (y es capaz de discutírselo a cualquiera) que en todas las cárceles del país los presos tienen televisión por cable, cada uno en su celda, y viven mejor que nosotros.

No es lo que se diga celosa de las normas de lealtad comercial o de los derechos del consumidor: borra con alcohol la fecha de vencimiento de los lácteos (sería la famosa leche larga vida), o cuando las prepizzas tienen verdín de viejas, les pone un cartelito que dice "oferta especial: pizza de orégano".

Cuestión que le mereció un par de visitas de inspectores encubiertos de Bromatología y alguna que otra multa, por las que despotrica ante sus clientes diciendo que la quieren coimear, y que -al fin y al cabo- a ella nadie le trajo hasta ahora un caso de un jubilado que se haya muerto por algo que le vendió en mal estado.

Vive en una casa que era de su abuela, y todavía tiene a nombre de la pobre vieja (que murió en el 2004) todos los impuestos y servicios, para pagar como jubilada, o sea menos, pero por supuesto que reclama el 82 % móvil, y se enoja porque "gastan la plata de los jubilados para cualquier cosa".

La registradora del negocio tiene poco movimiento, el último ticket lo debe haber entregado cuando Cavallo era ministro.

Hace poco conversaba con un tipo (arquitecto o técnico constructor) que le tenía que hacer unos trabajos en la casa, y le quería pagar en dólares.

El tipo le decía que no, que le pagara en pesos porque él no iba a tener como justificar de donde sacó los dólares, y no quería tener problemas con todo esto de los controles.

Y la gringa (no sin seguir insistiéndole) le decía que entonces hicieran todo dividido en dos o tres veces, haciendo figurar como que primero hacían una obra, y después presentaban otra ampliación en la Municipalidad, para pagar menos impuestos.

El tipo se calentó, y le dijo algo así como "¡Vos no me entendés, yo no quiero hacer nada por izquierda ni quiero tener quilombos con nadie, si vos lo querés hacer así hacélo con otro, no conmigo!", y se fue enojado.

Y la gringa -más enojada aun- comentaba con los otros clientes que había en el almacén: "¿vieron lo que me dijo?, con gente como ésta, éste país no va a salir nunca adelante". 

(*) La imagen es meramente ilustrativa, puede diferir del original

4 comentarios:

Adriana dijo...

Puf, hay tantas de estas, en distintas versiones, de distinto sexo y grupos etarios...

Luis dijo...

La que me toca tiene como muletilla: "se cree que somos todos estupidos??" (como cuando la morocha hablo de pasar los plazos fijos a pesos).

Una piba conocida volvió al pais después de pasarla como el orto (literalmente) en europa 5 años. Desde allá bombardeaba con mails antiK que le enviaban desde acá.
Tuvo el tino de no abrir la boca cuando nos volvimos a cruzar en estos días, pero creo que sigue igual...

Unknown dijo...

Yo lo hubiese tomado en serio a este post si lo escribian antes que les corte el fiado, por motivos que solo ella conoce.

Anónimo dijo...

Ningún corte de fiado.
En la última reunión de la CK, esta vieja de mierda nos vendió la cerveza caliente y a $20 pesos el porrón.
El Colo.