LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

lunes, 12 de noviembre de 2012

HABLEMOS DE NOSOTROS


Desde unos cuantos días antes del 8N, y desde el jueves pasado, venimos hablando largo y tendido de los cacerolos: que quienes son, que sí son o no espontáneos, que quiénes están atrás, que que es lo que quieren, que buscan, quién los entiende, quién los puede representar, qué hay que hacer con ellos. 

Como el cacerolazo dejó expuestas muchas respuestas a esos interrogantes, viene siendo hora que -sin ignorarlo- pasemos de pantalla para mirarnos hacia adentro, y ver que es lo que nos toca hacer a nosotros; y no porque les tengamos que responder, sino sencillamente porque tenemos la responsabilidad de gobernar, aun para los cacerolos.

Vamos a renunciar de entrada a toda pretensión de originalidad, y acudir a lo mucho y bueno que ha circulado en la blogósfera por éstos días, y nos vamos a permitir recomendar tres post:

Primero éste de Mendieta, porque entendemos que nos representa a la enorme mayoría de los que acompañamos el proyecto iniciado por Néstor en el 2003 y hoy continuado por Cristina, y cuyo sentido último (perdón Mendieta, si le erramos en la interpretación) podría ser éste: en la medida en que ellos explicitan lo que son, nos facilitan la tarea a nosotros, porque nos reafirman en nuestra adhesión a éste proyecto, y nos disipan ciertas dudas existenciales que alguno podría tener: con esa gente, ni a la esquina.

Y luego éste de Gerardo Fernández, y éste otro de Baleno; porque hacen hincapié en la oportunidad que genera para el kirchnerismo el movimiento cacerolo, en tanto es la única fuerza política que ha demostrado ser capaz de dar respuestas a las inquietudes sociales en la última década, o dicho de otro modo: si los reclamos de los caceroleros se dirigen al gobierno y a Cristina no es sólo porque tienen la responsabilidad de conducir del Estado, sino fundamentalmente porque han admitido implícitamente (o explícitamente en muchos casos) que de la oposición, poco o nada pueden esperar.

Acá en Santa Fe por ejemplo Binner se viene jactando hace cinco años de que al llegar al poder, sacó las vallas de enfrente de la Casa de Gobierno: lo que no dice es que ya no son necesarias porque la gente no llega a la plaza de enfrente a protestar, porque sabe que del socialismo no puede esperar ninguna respuesta. 

La reafirmación de la centralidad del kirchnerismo en la política argentina es, entonces, el primer dato incontrastable que arrojan los cacerolazos.

En ese contexto, así como es difícil (lo que no es igual a imposible) dividir dentro del cacerolismo a los irreductibles que nos odian (con los que no hay que perder ni siquiera el tiempo que demanda contestar un mail), de aquéllos con los que uno se puede sentar a conversar para tratar de que entiendan; hay que hacer el esfuerzo por separar aquéllos planteos de los cacerolos que no tienen nada que ver con los intereses del hombre común de la calle (como cuando se convierten en infantería de Clarín), de aquéllas cosas por las que reclaman (o dicen que lo hacen); y con las que el argentino promedio con el que nos cruzamos todos los días, puede sentirse identificado porque tienen que ver con su situación particular o familiar, aunque no haya participado de los cacerolazos, ni lo piense hacer.

Dentro del primer grupo podríamos colocar todos los temas vinculados a la "agenda institucional", por llamarla de algún modo: la oposición a la reforma constitucional, las presiones a los jueces, las presuntas amenazas a la libertad de expresión y el conflicto con Clarín y los medios opositores, o los hechos de corrupción.

Son cosas que en términos sociales (fuera del núcleo duro del cacerolismo) no mueven seriamente (cuando se habla con franqueza sobre qué le preocupa a cada uno) el amperímetro: la reforma no está ni siquiera planteada formalmente, y los compromisos anti los firmaron 28 senadores y 107 diputados, de los cuáles 7 y 70 respectivamente (por decir algo) renovarán sus mandatos el año que viene, y no se sabe si seguirán en el Congreso, con lo que le están ladrando a la luna, y hay que dejarlos, girando en el vacío.  

Y respecto de Clarín y los medios (dado que el verso de la falta de libertad de expresión a ésta altura es directamente risible), no cabe sino reiterar lo que alguien dijo acá: simplemente hay que hacer todo lo que esté al alcance del gobierno dentro de las facultades que le otorga la Constitución, para aplicar en su plenitud la ley de medios, sin prisa y sin pausa, pero quitándole simultáneamente centralidad política a la cuestión.   

Otro tanto puede decirse de la corrupción: aunque mañana todos los miembros del gobierno salieran en cadena a decir "sí, es verdad, somos corruptos y nos vamos a entregar a la justicia", no se terminaría la corrupción, no se despejaría el cualunquismo social de "son todos chorros, son", y los verdaderos problemas del país seguirían estando allí. Por no mencionar que el "honestismo" tiene un techo electoral muy bajo, que bien podría ser el 1,82 % de Carrió, una forma inequívoca de medir cuanto importa socialmente -de verdad, más allá de los discursos- la cuestión de la corrupción.

Gerardo (citando a María Esperanza Casullo) reclama en el kirchnerismo un Julián Domínguez de la clase media, que cumpla el rol que cumplió en su momento el hoy presidente de Diputados para desinflar el conflicto agrogarca, lo cual supone un problema: Domínguez lo pudo hacer cuando las arcas del Estado estaban más desahogadas, abriendo la billetera generosa para reintegros, compensaciones y subsidios, pero las cosas han cambiado (de hecho, para el mismo sector, hoy la ONCCA no existe).

Los sectores de la clase media plantean demandas (como el libre acceso al dólar, o el retoque del mínimo de Ganancias) a las que el Estado no puede acceder sin poner en riesgo el conjunto del modelo macroecónómico (en el caso de los verdes), o midiendo cuidadosamente el impacto en las cuentas públicas, que deben orientarse con un criterio inteligente, hacia otras prioridades, en el segundo. Al respecto, es de sumo provecho visitar lo que trae acá Artemio.    

A lo que debe añadirse que la clase media fue la gran mimada de los años kirchneristas, con políticas como el subsidio a las tarifas de los servicios públicos, la eliminación de la tablita de Machinea, o el fomento del consumo; pero está claro que no siempre las políticas generan correspondencias automáticas en materia de simpatías sociales.    

Baleno por su parte en el post recomendado traza una interesante hoja de ruta para encauzar la acción (los servicios públicos, los subsidios a las tarifas, la política comunicacional del gobierno, con casos emblemáticos como las expropiaciones de  Aerolíneas e YPF); lo que nos lleva a plantear un par de casos (o más) en los que sería oportuno aplicar lo que él dice, en orden decreciente de importancia para el tipo promedio con el cual nos podemos cruzar a diario:

* La inflación: el más complejo de todos los problemas, porque afecta el bolsillo de la gente, en especial de las clases populares (cosa que los cacerolos omiten deliberadamente). Allí es hora de que el gobierno -por un lado- explique por qué pasó lo que pasó en el INDEC (cuáles eran las cuevitas de negocios que había allí, que es un índice, como se hace y qué es lo que mide); y por el otro, exponga su diagnóstico de por que los precios aumentan.

Que pasa con los formadores de precios, con las cadenas de comercialización, con los mercados concentrados o monopólicos, quienes son los que se llevan la mayor tajada de la torta; todo contrapesado con otras medidas que se fueron tomando para que la inflación no fuera aun mayor (como los subsidios a las tarifas), o para que no golpee tanto (como la política de ingresos: paritarias, movilidad jubilatoria, ajuste de la AUH, aumento del Salario Mínimo); para poner las cosas en su contexto.

De lo contrario seguirá absorbiendo el costo de que los precios aumenten, sin que se le reconozca ninguna política pública dirigida a contrarrestar el efecto, y entrampado en la discusión por la confiabilidad de las estadísticas oficiales. Claro que el diagnóstico que se haga, deberá ser consistente con las medidas que se tengan que tomar, pero menos que eso, no se puede pedir.

* El 82 % y "la plata de los jubilados": acá hay que partir de los parámetros de la política de seguridad social del kirchnerismo (pensemos cuántas que cobran la jubilación del ama de casa estaban dándole a la cacerola el jueves pasado), incluyendo el rol del PAMI; y explicar por qué es inviable el famoso 82 %, de que hablamos cuando hablamos de "la plata de los jubilados" (explicando por ejemplo que el Fútbol Para Todos no se paga con eso, ni nunca se pagó de ahí), y tirando cifras de un modo que se puedan entender sencillo de que se habla: cuanto se gasta en pagar jubilaciones y pensiones, cuanto en la AUH, cuanto en el FPT, cuanto en las netbooks de Conectar Igualdad (de paso: no es relevante que digamos que las paga la ANSES, sino que los pibes las reciben) y cuanto costaría implementar el 82 % móvil, o pagar todos los juicios de un sólo saque.

Y no creamos que la gente no podrá entender: cuando Cristina vetó el 82 % móvil impulsado por el Grupo A en el Congreso muchos pensaban que pagaría un alto costo político, y un año después ganaba las elecciones con el 54 % de los votos. 

* Los controles al dólar: no porque la gente común salga desesperada a comprar dólares (todos sabemos que lo hace una parte ínfima de la población), sino para evitar que los que no compran, se solidaricen con los que sí lo hacen, como pasaba en el conflicto del campo con el famoso "pequeño y mediano productor agropecuario".

Poniendo en contexto los controles con los problemas de la deuda (que éste gobierno no generó pero viene pagando religiosamente hace 9 años), la defensa de la producción y el empleo nacionales, el combate a la evasión impositiva o los efectos sociales y económicos que traería una devaluación.

Y para todo eso (que es apenas un esbozo de los que nos parece más relevante) buscar (como sugiere Baleno) los comunicadores más eficaces, sacándole presión y exposición a Cristina como la única explicadora de todo, algo que por supuesto ella misma debe entender.     

10 comentarios:

GISOFANIA dijo...

Gracias.

Anónimo dijo...

Desconozco a que se dedica el redactor, pero descuento que no tiene mucha idea de costos.

Con respecto a los "formadores de percios", si bien es cierto que existe entre la producción y la comercialización uns brecha exagerada (por ejemplo la carne al público aumentó 5 veces más que lo que lo hizo lo que recibe el productor por el ganado en pie), cualquiera que conozca una Pyme, Megra o Grande, sabe que en la estructura de costos, salarios y cargas sociales es determinante y el MAYOR incidente en los mismos.

Una empresa rentable se pueden comer un incremento de salarios (y cargas consecuentes), resignando rentabilidad, un año o dos. Luego indefectiblemente quiebra o aumenta precios. Es así de facil.

No hace falta ser un cráneo para darse cuenta porque la inflación ronda el 25% anual. ( o lo que les parezca, no reduzcamos la discusión a una boludez)

La inflación es un movilizante económico en momentos de crisis, y obviamente es preferible inflación con empleo a hambre con inflación cero. Pero hay un momento que una vez generado el efecto deseado se debe enfriar la carrera precios salarios.

Es lo que hizo brasil. Y lo que deberíamos hacer.

Lo que pasa que la inflación y posterior paritaria "aparentemente" exitosa es parte del marketing de la burocracia sindical.

y Ahora ¿quién se atreve a ponerle el cascabel al gato?

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Ah, o sea que los precios aumentan porque aumentan los salarios. Buenísimo, contáte otro.

Anónimo dijo...

Y vos contate algo. Podrías por una vez ser un poco más respetuoso y leer con detenimiento. Buscate un economista a quien le creas (se ve que en tu caso la fe pesa por sobre el conocimiento) y pregun tale que en el balance de una empresa que gasto operativo es el de mayor peso.

Tu forma de contestar dan ganas de mandarte a la mierda. Pero tambien me doy cuenta que lo haces a porpósito para no discutir, porque estás en un lugar incómodo: hablar de cosas de las que no tenés idea.

Hagamos al revés, contame como afrontás un aumento salarial del 25 % (salario + 50% de cargas sociales) sin aumentar precios. Y hace la cuenta mental durante 5 años seguidos.

Espero algo un poco más respetuoso, largo, sustancioso, o un humilde silencio.

Tambien podés contestarme a tenor de tu última "a mi me rebota y a vos te explota"

¡¡¡Un Cuadrazo, che!!

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Pasando por alto poner juntos el pedido de respeto y la mandada a la mierda (porque no te quedaste con las ganas), las ideas que estás exponiendo ya fueron planteadas en el país, con los resultados conocidos, En los 90', sin ir más lejos, cuando se hablaba del famoso "costo argentino" que incluía en forma preponderante el costo laboral, y se proponía imitar a los tigres asiáticos. Lo mismo con Martínez de Hoz. La incidencia de la mano de obra en los costos de las empresas es dispar, por sectores, por ramas de la actividad, según los diferentes convenios colectivos, los grados de integración vertical de determinada empresa o grupos de empresas, y un montón de otros factores (la carga tributaria, las condiciones de acceso al crédito, por citar sólo dos). En una Pyme industrial puede ser alto (mano de obra calificada, relativamente bien paga, estructura o escala de empresa que no permite enormes márgenes de rentabilidad o prácticas predatorias).En una gran empresa (incluso industrial, incluso de la misma rama de actividad)es muchísimo menor, en promedio; en algunas no llega al 10 %: por eso se opusieron al proyecto Recalde de participación en las ganancias, porque daba acceso obligatorio a la documentación de las empresas, y transparentaba los costos reales. Y da la causalidad que son justo esas grandes empresas las que marcan la pauta en la formación de los precios (con abusos de posición dominante en muchos casos, proveyendo insumos difundidos y generalizados a otros empresas como Techint, Aluar, Acindar, etc), con márgenes de rentabilidad (obviamente neta, descontados todos los costos de producción, incluido el salarial) que en algunos casos triplican los promedios internacionales de los países considerados "serios"; en los que muchas de esas mismas empresas (cuando son multinacionales) operan. Y si los sindicatos consiguen buenos salarios para sus afiliados, no son justamente por ser una burocracia sindical: así se denomina a los que los entregan, como el Momo Venegas por ejemplo. Y cuando el gobierno plantea en las paritarias una pauta global para bajar la nominalidad de los aumentos (que varían ademàs por secto, y depende de los niveles salariales previos)enseguida salen a decir que promueve un ajuste. A lo mejor no es lo que esperabas, pero podés probar en otro lado.

Leandro dijo...

Excelente respuesta al anonimo insultador.

Y para complementarla, lo siguiente: el rubro sueldos en la estructura de costos es sólo uno de los rubros y no hay ninguna rama de la economia donde sea el 100% de los costos, siempre hay algun costo fijo o servicios o insumos o algo extra. Asi que SIEMPRE el rubro salarios es un porcentaje de los costos. En una gran empresa industrial puede ser del 10%, en una gran empresa de servicios puede ser del 90%. Ahora, la regla, la norma para los empresarios(y esto lo confesaron hace poco en la encuesta de IDEA) es que si los salarios suben un 10%, ellos aumentan los precios un 10% (e incluso algunos dijeron que hasta 5 puntos encima del aumento de salarios). Cosa que sólo tendría sentido si el rubro salarios fuera el 100% del costo (o más para los que aumentan mas que eso). Decir, como hace el anonimo, que eso no tiene nada que ver con la inflacion es una pelotudez grande como una casa, y si el señor es economista le voy recomendando concurrir a la universidad que ledio el titulo y devolverlo rápidamente.

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Exacto, no lo agregamos para no alargar la respuesta, pero el comportamiento empresario que tan claramente describís (aumento los precios un 25 %, porque tuve que aumentar un 25 % los salarios) se da de patadas con los principios elementales de la teoría de los costos. Pero en fin, es lo que hay, después piden diálogo y consenso.

Anónimo dijo...

en casa pasó algo muy importante para mí y por lo cual agradezco a los cacerolos. mi hijo de 17 años está rodeados de amigos anti K a full, vaya a saber porque ya que no son militantes en lo absoluto. le sorprendió las críticas hacia la periodista de 678 en la marcha y quiso saber porqué. Ví como escuchaba todos los reportajes que se hicieron en la marcha desde la TV Pública y me dijo: pero estos no entienden a qué fueron, yo no estoy con esa gente!. Eso me dijo y yo me sentí muy feliz porque si bien yo apoyo totalmente este gobierno, él por lo que fuera no, está muy influenciado por sus amigos de face y tweeter. Sin embargo, me ha dicho que le cuesta decir lo que piensa y a partir del 8N , él está del lado del gobierno, porque escuchó! para mí fue genial que solito se diera cuenta, o sea que yo agradezco la marcha porque despertó un joven más que está con cris. Por otra parte, mis peques de 9 y 6 , no les hace falta nada para que sean K, dicen que quieren tener 16 años para votar a Cristina, la tienen bien clara. Gracias por dejarme compartir esta verdadera alegría con ustedes. Fabiana

Anónimo dijo...

Inflación

P=Dc/Sc

P:Precio de los bienes de consumo
Dc:Demanda agregada por bienes y servicios
Sc:Suministro agregado de bienes de consumo

Observando la formula y las variables se deduce que:
Si la demanda aumenta y no se se responde con un incremento
en la oferta (aumento de la producción) aparece la inflación.
La inflación, también, se explica como la relación entre el incremento
de la masa monetaria y la demanda de dinero. Por esto los economistas
le dicen a los gobiernos que para tener gobiernos exitosos y sin inflación
deben regular el acceso (del pueblo) al dinero.
Regular el acceso al dinero, debe traducirse como: que además de no tener
déficit fiscal y controlar las tasas de interés, por ejemplo, que tampoco
sea fácil obtener prestamos o que el préstamo sea muy caro.
Dicho de otra forma: que el pueblo posea una cantidad de dinero acotada y que
el control del flujo de dinero este en manos de los bancos. Lógico, siempre
para el mayor beneficios de ellos más aun cuando se tienen los bancos centrales
"independientes" del estado (el pueblo) pero dependientes de la bancos.
Y no toda la responsabilidad de que aumente la producción es del gobierno.
¿Sino en donde están los temerarios capitalista que arriesgan su capital en el
desarrollo de nuevas industrias?

No es casualidad el parecido a las propuestas de los economistas que se pasean
por la TV proponiendo: Enfriar la economía, disminuir la masa monetaria, devaluar,
no emitir y no tocar las reservas para el pago de la deuda.
Los bancos quieren los depósitos locales y las reservas para transferir esa riqueza,
nuestra, para seguir financiando sus déficit y sus negocios. Lo que es verdaderamente
- increíble - es que lo que llamamos: la oposición; radicales, socialista, ¡el PO!
que brinda con champagne con Gelblum, peronismo disidente (je! ¿peronismo? - vayan a
otro con ese cuento) bueno en fin... todos hacen el juego, que les mandan hacer,
las corporaciones.

A esa formula (una puta división) con la que nos patean en las gónadas le llaman
ciencia y para aplicar "La Ciencia" nos indican la pornográfica formula de "seducir
al capital". Ya sabemos en que posición queda el que seduce al capital. Y le siguen
llamando ciencia.
Queda claro como es que se - fabrica - la inflación. Y como el - poder real - que
es el de los bancos que también son dueños de los medios productivos y de los
medios de comunicación, usa ese poder para voltear y si no puede voltear, limar la
adhesión a un gobierno con verdaderas políticas distributivas.

Saludos,

Pd: A vos que te gustan tanto las políticas de Brasil, porque no te vas unos días
a San Pablo y cuando vuelvas nos hablas de la inseguridad.
No, mejor no vayas... lee lo que está más abajo.
Ah! y ¿sabes que? nadie dice que Dilma se tiene que ir.

(12/11/2012) Ola de violencia en San Pablo:
Otras siete personas murieron ayer en el marco de la ola de violencia que azota a la
metrópolis brasileña de San Pablo, en la que se registran en promedio unos - diez asesinatos
por día - en las últimas dos semanas, con un total de 142 muertos en ese lapso.
Según informa el diario Folha de São Paulo, el promedio de homicidios dolosos ya superó
el de por sí dramático registrado en 2011 y los primeros meses de este año.

En la madrugada de ayer, cinco personas fueron asesinadas en una matanza colectiva
ocurrida en la ciudad de Santo André, en el cordón industrial llamado el ABC paulista,
en circunstancias aún no aclaradas.

La escalada de violencia comenzó en septiembre pasado. En ese mes, 144 personas fueron
asesinadas. El ritmo de la violencia se intensificó aún más a partir de fines de octubre,
cuando comenzó a registrarse una modalidad asesinato con personas que - disparan a mansalva
desde un automóvil o ciclomotor en movimiento contra civiles o agentes policiales -

MORDISQUITO dijo...

hay que ser menso para decir que los aumentos de las cosas dependen del aumento de los salarios, es tan brutalmente ignorante esa frase que no lo puedo creer, patearse en contra ya es lo ultimo que puede mi cabeza aguantar,estos cacerolos son por demas ignorantes y agrego ,estupidos.