LA FRASE

"ELCOMITÉ DE CRISIS POR LA GUERRA EN MEDIO ORIENTE LO DISOLVÍ AL DÍA SIGUIENTE DE CREARLO PARA QUE VEAN QUE VOY EN SERIO CON LO DE ACHICAR EL ESTADO." (JAVIER MILEI)

sábado, 22 de diciembre de 2012

LOS DÍAS MAYAS DE BONFATTI


Un 2012 que fue difícil en todo su recorrido, parecía culminar tranquilo para la gestión provincial de Bonfatti: el narco-escándalo abandonaba progresivamente lugar en los medios, la crisis ministerial en Educación se encauzaba con el recambio de Leticia Mengarelli, y el pacto con los senadores del PJ (hoy por hoy, el principal puntal de su gobierno, más incluso que la propia estructura del Frente Progresista Cívico y social) funcionaba de un modo aceitado.

Luego de confirmarse por boca de uno de los propios senadores peronistas (Alberto Crosetti, ex reutemanista, hoy en trance al sciolismo ) el pacto que desde éste blog y otros (en realidad el que acuñó la expresión fue Barricada) denominamos "la Fapnelco" para que se aprobara la reforma tributaria en septiembre, el acuerdo siguió dándole dividendos a Bonfatti: en trámite ultra veloz y sin modificarle nada sustancial, el Senado le dio éste miércoles media sanción al Presupuesto 2013; que aguardará ahora hasta febrero su turno en la Cámara de Diputados, para ver la luz definitiva; Cámara esta última que terminó resignándose a aceptar el veto parcial con enmiendas del Ejecutivo, a la ley que declaraba la emergencia en seguridad en la provincia.

Los senadores del PJ son, desde hace rato, su propio partido; y cajonean expedientes o levantan la mano presuroros exclusivamente en función de sus propios intereses, por fuera de toda lógica de conjunto: en ese marco, un grupo importante de ellos vienen anunciando y posponiendo varias veces el lanzamiento provincial de La Juan Domingo, el nuevo emprendimiento con el que oficializarían su apoyo a la candidatura presidencial de Daniel Scioli de cara al 2015.

Un paso que nadie con relevancia había dado hasta hoy en el peronismo santafesino, y casi nadie replicó en otras provincias; cuando no está resuelto si habrá o no reforma constitucional y Cristina podrá competir por un nuevo mandato: ¿una muestra de visión política, u otro ejemplo de ombliguismo de un sector del PJ que siempre escucha ofertas?

La referencia a la Fapnelco no implica sostener que los generosos dineros que viajaron desde la Casa Gris hacia el Senado (incluyendo en el reparto a los senadores del oficialista FPCyS y al vicegobernador Henn) para otorgar subsidios quedaron en algún bolsillo por el camino (no tenemos elementos para afirmarlo o negarlo); sino dar cuenta de un método de construcción de acuerdos políticos compartido en Santa Fe entre oficialistas y opositores, y que pone la cosa lejos (muy lejos) del discurso con el que los que hoy gobiernan la provincia, apostrofaron por años al PJ. 

Como decíamos, el último tramo del año transcurría en paz para Bonfatti, como no fuera por el sacudón que generaron hacia el interior del socialismo y del FPCyS las declaraciones de Binner señalando a Miguel Lifschiz como el candidato natural a suceder al gobernador a partir del 2015: es notable la desaprensión con que el líder del FAP se desentiende con frecuencia de las dificultades políticas que acarrean sus apariciones mediáticas al entramado político que sostiene a la gestión provincial; incluyendo al propio PS.

Y sin embargo y como si se cumplieran las profecías mayas, en cuestión de días todo se desmadró: el procesamiento de un jefe policial de Drogas Peligrosas por conexiones con el narcotráfico para desacreditar a Norma Castaño (de una ON'G que viene desde hace tiempo denunciando a los narcos en Santa Fe, y la connivencia policial con los cárteles de la droga) tendrá coletazos que volverán a llevar a la justicia al ex Jefe de Policía Tognoli, quien será indagado como presunto gestor y principal beneficiario de las maniobras extorsivas.

Esta nueva puesta en primer plano de la complicada gestión socialista en seguridad, dificultará seguramente al gobierno de Bonfatti seguir frizzando las reformas tan pomposamente anunciadas, y hasta hoy no concretadas: después de un mes de los anuncios, ni siquiera está firmado el decreto que reglamenta la ley del personal policial del 2006, para instrumentar los ascensos en la Policía por concursos, y dejar de hacerlos a través de las Juntas de Calificaciones; y estaría a la firma del propio gobernador otro decreto con ascensos masivos de policías, con la vieja metodología.

Mientras tanto y con sigilo, Bonfatti desistió finalmente de enviar a las sesiones extraordinarias de la Legislatura el proyecto con media sanción de Diputados para prohibir los prostíbulos, justo cuando el Congreso convertía en ley las reformas a la ley de trata, bajo el impacto de la sentencia judicial en la causa de Marita Verón. Y lo hizo con el insólito argumento de que el Presupuesto 2013 -con media sanción del Senado- tiene comprendido en su cálculo de recursos lo que paga la actividad por Ingresos Brutos, bajo el disfraz de whiskerías o cabarets

Tras esto -nunca mejor dicho- sobre llovido mojado: las intensas lluvias y temporales de viento que se desataron sobre buena parte de la bota santafesina, trajeron aparejados anegamientos de barrios y localidades enteras, y un colapso en los servicios básicos, en especial con prolongados y extendidos cortes de luz que en algunos casos, acumulan casi una semana de duración.

Con la lógica secuela de malhumor social, protestas, cortes y piquetes; que fueron generando el caldo de cultivo para que cierto lumpenaje delictivo se lanzara a saquear supermercados en Rosario y Villa Gobernador Gálvez, la tercera ciudad de la provincia y la más grande del conurbano rosarino. Saqueos que transcurrieron bajo la inacción de la vapuleada policía santafesina, y culminaron con el tragico saldo de dos muertos

Al escribir estas líneas estaba por determinarse todavía la existencia de algún componente político en la generación de los saqueos (aunque las declaraciones del propio Bonfatti parecen sugerir que lo hubo), que "casualmente" se produjeron un 20 de diciembre.

Een todo caso si así fuese, cabrá recordar que gobierna la provincia una expresión opositora al gobierno nacional, y si existió instrumentación política de una situación crítica como las inundaciones, es claro que no podrá decirse que los hechos beneficien al kirchnerismo, cuando fueron la réplica de los que se estaban dando en espejo en otros puntos del país, como Bariloche o Campana. 

Una aclaración obvia, pero necesaria, cuando el ministro de Seguridad Lamberto hizo foco en la falta de respuesta del gobierno nacional al pedido de enviar gendarmes a controlar los disturbios: al parecer, la única respuesta (discursiva y práctica) que parece tener el socialismo para el conflicto social, y en general para todos los problemas de su gestión de gobierno.

Si las imágenes de barrios y localidades anegadas retrotrajeron a los santafesinos a las tragedias del 2003 y 2007, las de los supermercados saqueados en Rosario y zona de influencia los remontaron a 1989 y 2001; pero más allá de lo forzado o no de las analogías y similitudes entre aquéllos hechos y los de éstos días, lo que quedó en claro son las precariedades de la gestión del Frente Progresista.

No obstante los profuso anuncios de obras, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) terminará el 2012 ejecutando apenas un 15 % de las obras previstas en el presupuesto provincial; y las propias cifras oficiales relevadas al 31 de octubre pasado (último dato disponible) demuestran que lo ejecutado por el gobierno provincial en "Construcciones" (obra pública) ascendía a esa fecha apenas al 33,64 % de lo previsto.

Cifras que también exponen la falta de ejecución de obras de canalización y desagües largamente demoradas, y que de ejecutarse en tiempo y forma, hubieran aliviado los padecimientos de mucha gente; en especial en Rosario.

La similitud entonces con lo vivido en Santa Fe en otros tiempos y bajo otros gobiernos (por caso en el de Reutemann, con la inundación del Salado en el 2003) surge nítida, aunque desde el socialismo se trate de minimizarla; atribuyendo los problemas a la magnitud e imprevisibilidad del fenómeno meteorológico, como lo hizo el propio Bonfatti en sus primeras declaraciones públicas tras el temporal.

Hechas exactamente en el mismo registro que por aquéllos aciagos días del 2003 tenía el discurso del ex corredor de Fórmula 1, y que tanto irritaban por entonces a los hoy oficialistas; incluyendo claro está al propio Bonfatti. 

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