LA FRASE

"LA CANTIDAD DE PERROS DEL PRESIDENTE ES UNA DE LAS CUATRO O CINCO COSAS EN LAS QUE LOS ARGENTINOS NOS TENDRÍAMOS QUE PONER DE ACUERDO." (MANUEL ADORNI)

sábado, 14 de diciembre de 2013

NACE LA CGT AZUL


Sigue aumentando la fragmentación del mundo sindical, y ahora hace su aparición en escena una nueva central obrera: la CGT Azul, que debutó logrando para sus representados aumentos nada menos que por encima del 40 % promedio, en casi todo el país.

Una central obrera formada por gremios nuevos, tan nuevos que en la mayoría de los casos, ni siquiera existen.

No se sienten amedrentados por ninguna amenaza de sus patrones (más bien los tienen agarrados de los huevos), y con frecuencia se sientan a negociar fierros en mano; para reforzar los planteos, por si no se entienden claramente.

Les chupa un huevo lo que digan del techo de las paritarias, o lo que arreglen los otros gremios: en realidad les chupa un huevo todo, empezando por los trabajadores de los otros gremios,

Son unos tiempistas consumados: estiran el apriete (perdón: las negociaciones) generalmente hasta que caiga la noche, porque entonces aparecen los saqueos y cuanto más saqueos haya, en mejores condiciones están de negociar.

Y ni te digo si en el medio de los saqueos hay algún muerto: en eso son bien setentistas, como cuando se decía "tiramos un muerto arriba de la mesa, para negociar mejor".

Según algunos, su éxito se basaría en que poseen mejores armas de negociación que el resto del sindicalismo, o que poseen armas, no está claro.

Otros sostienen que combinan lo mejor de todas las fracciones del sindicalismo: son tan corruptos como Barrionuevo, tan apretadores como Moyano, inflexibles en lo que piden como cualquier comisión interna manejada por el PO, y con contactos cercanos con el gobierno como Caló o Yasky.

Tan cercanos que hasta tienen el celular de los funcionarios (los gobernadores ponele) para comunicarles sus reclamos.

Aprendieron bien eso de que el sindicalismo tiene que ganar la calle: la calle es de ellos, hace rato.

Pero son tan generosos que se la prestan a otros sindicatos, como los de saqueadores y afines.

Y hasta cumplen con la premisa de ser un sindicalismo autónomo de los empresarios, y del Estado.

Es más: no debe haber otro más autónomo.

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