Entre tanto fondo buitre, vuelta del Boudougate, ley de abastecimiento y portazo de Carrió pasó medio desapercibido, pero ayer Magnetto volvió a tocar pito, dándole continuidad a los encuentros de "La Nueva Argentina" en el MALBA; y hacia allá partieron prestos Cobos, Massa y Binner como figuras estelares. Aquí la crónica en el propio cornetín.
En esta ocasión el tema (excusa, en rigor, el asunto es dar el presente) propuesto fue "Vaca Muerta: convertir el recurso en desarrollo"; y según leíamos en Página 12 de ayer, los presidenciables nombrados fueron precedidos por expositores de la talla de un Montamat, un Aranguren o un Arriazu; de brillante desempeño éste último en el Banco Central durante la dictadura.
Que por supuesto dijeron al unísono que todo lo que está haciendo el gobierno al respecto (incluyendo la gestión de YPF) es una cagada absoluta, y "que coincidieron sin gran esfuerzo de síntesis en la necesidad de limitar las facultades de control del Estado sobre la actividad petrolera, incluidas las de protección al medio ambiente, y así generar “las condiciones macroeconómicas y jurídicas para atraer inversiones externas.", o en que "se necesita resolver el régimen legal de explotación” que, según agregó Aranguren, debe satisfacer las demandas empresarias en materia de “distribución de dividendos y disponibilidad de hidrocarburos.".
Cosa que -como dice la nota- fue asentida en silencio por los tres candidatos presentes, que incluso llegaron a decir (Cobos) que YPF no tenía que ser un actor central de la política energética, sino uno más; o que la Argentina (Massa) tenía que volver a tener un mercado libre de cambios. Binner, en tanto (como dice acá Tiempo Argentino) "fiel a su estilo y sin dejar en claro una posición, expresó que "es importante consolidar una ley que contemple el recurso convencional, el no convencional, el off shore y la preservación del medio ambiente."; o sea: nada, o el agua moja.
Con tal de que no les falte la firma de Magnetto en la libreta, los tipos van y se bancan cualquier cosa: incluso Binner puede pasar en menos de una semana de ir a visitar a Galuccio a YPF (trayéndole suerte, como veíamos acá), a prestarse a éste tipo de cónclaves (como había estado poco antes en AAPRESID, también compartiendo con Massa); y en el medio hacerse el nacionalista a lo Pino Solanas cuestionando el contrato con Chevron.
O ir a Neuquén a hacer campaña (como Massa) como abanderado de los derechos de las provincias petroleras, supuestamente avasalladas por la nación.
Son camaleones: cambian de color según la ocasión, como decía Chico Novarro.
Forros, bah.
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