LA FRASE

"QUE DESDE LA VICEPRESIDENCIA SE SOSTENGA UNA AGENDA QUE NO SEA LA DEL GOBIERNO ES ALGO QUE NUNCA SE HA VISTO." (JULIO COBOS)

sábado, 5 de marzo de 2016

STURZENEGGER EN SU LABERINTO


Por A.C.

La fuerte devaluación del peso que dispuso el gobierno de Macri, generó lógicamente que se produjera su inmediato traslado a precios, y el estallido inflacionario que ésto provocó, es una situación que éste gobierno demuestra no poder modificar. La inflación medida por el ente estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, organismo a cargo del PRO, arrojó un incremento en los precios de 3,8% en Diciembre de 2015 y de 4,2% en Enero de éste año, totalizando el bimestre una inflación alarmante del 8% y con una proyección de mayores incrementos mensuales.

Independientemente de la óptica ideológica desde la que se analicen, las medidas económicas tomadas por la gestión Macri, éstas medidas son –indefectiblemente- generadoras de fuertes aumentos de los precios internos. Una devaluación del peso superior al 50%, la  eliminación y reducción de las retenciones, junto a la liberación del tipo cambiario y las tasas de interés, no pueden tener otro efecto que el inflacionario. En cualquier economía.

Sin embargo, en este marco de medidas inflacionarias tomadas por el gobierno de Macri y sus ya palpables y negativos resultados, el Presidente del Banco Central insiste en que la causa de la inflación es la emisión monetaria, y actúa en consecuencia desde un fundamentalismo monetarista arcaico.

Para Sturzenegger la inflación no se origina en la devaluación del peso, ni en los grupos económicos formadores de precios, ni en los precios internacionales trasladados al mercado interno a través de la eliminación de las retenciones, que en el aumento explosivo de la carne tiene el ejemplo más elocuente. Para Sturzenegger solo tiene una explicación monetarista.

Y entonces sale a absorber el dinero circulante, a “secar” la plaza de pesos, emitiendo letras del Banco Central (Lebac) con intereses siderales posibilitando una bicicleta financiera que genera ganancias astronómicas para unos pocos.

Las letras del BCRA desde la gestión Sturzenegger, han ofertado pagar un interés superior al 30%, llegando en el inicio de su gestión a un demencial 38%, para luego ser ofrecidas a un 31%. Es decir que mientras los bancos hoy pagan por los depósitos un interés del 24 o 25% mensual, a través del interés que cobran por las letras, tienen una ganancia superior al 6%, sin ningún riesgo ni actividad, solo pasando a cobrar por la ventanilla del Banco Central. Y esa ganancia se vuelve a incrementar desde el 1º de marzo, en que el Banco Central volvió a elevar el rendimiento de las Lebac en pesos, del 31 al 37 %. 

En los montos mensuales que manejan las principales entidades bancarias, el cobro de una diferencia de interés semejante, produce una transferencia de ingresos monumental a favor de los bancos y grupos financieros, al igual que mientras el BCRA conducido por Sturzenegger siga vendiendo dólar futuro a una tasa del 20% anual en pesos, y después los mismos que compran ese dólar futuro al 20%,  cobran por las Lebac más del 30% anual. Como si la bicicleta no alcanzara, además se disminuyeron los encajes bancarios (del 50% al 20%), haciendo una invitación imposible de rechazar a la fuga de divisas.

Claro que Sturzenegger no desconoce que esa absorción de pesos del mercado a través de las Lebac es relativa, temporal, porque si bien a través de las Lebac sacó de circulación unos 75.000 millones de pesos, esas letras tienen distintas fechas de vencimiento, por lo que  esos pesos -por ejemplo en 90 días desde la emisión de la letra- volverán a quedar libres, pero habrán crecido artificialmente al 38% anual, por ejemplo en las Lebac compradas al inicio de la gestión Sturzenegger.  

Y esa masa de dinero, ese interés fenomenal que hay que afrontar, sería una transferencia de ingresos que debería pagar la población del país y sus distintos sectores de la economía,  a un reducido número de “inversores”.  Y como éstos inversores están en su mayoría posicionados con vencimientos a fin de marzo de 2016, en esa fecha Sturzenegger estará obligado a ofrecerles nuevos y más impagables intereses para renovar la bicicleta financiera, porque si decidieran presentar las letras para el cobro, Sturzenegger tendría que buscar recursos para afrontar los vencimientos. Y no los tiene.

Con una caída de las reservas del Banco Central de 1.500 millones de dólares durante éste febrero, y sin los dólares que ingresarían según Prat Gay a partir de la liberación del “cepo” cambiario (25.000 millones de dólares según estimaba un infantil ministro), dólares que nunca llegaron, ni por inversiones extranjeras, ni por la liquidación de las cerealeras, el panorama es desolador.

Esta falta de recursos explica también el incesante incremento del dólar y la desesperación de Sturzenegger, que contradiciéndose con su eterno discurso librecambista, hace intervenir al Banco Central en el mercado para sacarle presión al precio del verde, vendiendo en cinco de las últimas siete ruedas de febrero cerca de 400 millones de dólares.

Pero el precio seguirá incrementándose hasta que llegue al valor que pretenden hoy las grandes cerealeras ($20), que no liquidan la cosecha retenida y se convierten así en la autoridad monetaria de hecho, porque son quienes fijan el precio del dólar a través de la liquidación o no de las operaciones. Solo Prat Gay y Sturzenegger pudieron creer en la promesa de las cerealeras de liquidar desde enero 400 millones de dólares diarios. 

Y a cambio de una promesa nunca cumplida, les permiten a las exportadoras liquidar los dólares que obtienen sin ningún tipo de término, es decir cuando quieran, y además se les posibilita depositar a plazo fijo la liquidación, con un doble efecto positivo para las cerealeras:  cobran el interés del depósito, y de paso regulan la oferta al mercado de divisas, haciendo subir el precio del dólar. Hoy son la autoridad monetaria. Por eso, sSturzenegger se ausentara del Banco Central, nadie en el mercado lo notaría.

5 comentarios:

Daniel dijo...

En una palabra, los que ponen dogmáticamente todo el acento inflacionario en la emisión, emiten pagarés a lo tonto. Mamita!

Anónimo dijo...

El verso de bajar la emisión y el circulante, lo hacen para los diarios y la TV.
En realidad no tienen otra alternativa que aumentar la emisión cuando vencen las letras. Son emisores seriales.
Si pagan el 37% de intereses en pesos, cuando vencen las letras, los que cobran se van al dólar.Entonces el dólar presionado sube de precio. Para disminuir la presión, aumentan otra vez las tasas de las LEBAC en pesos, y esas letras alguna vez vencen. Y hay que pagarlas. Cada millón de letras que venden, generan artificialmente el 37%, es decir $370.000.
Suicidio colectivo.

Anónimo dijo...

http://elmagma.blogspot.com.ar/2016/03/como-podremos-sobrevivir.html

Pero bajó el dolar ¿no es una buena noticia?. Si. Bajó el dolar porque las tasas en pesos se pusieron mas interesantes. Dicho de otra manera te dan mas pesos por tener pesos que pesos por dolares. Bien. Joya. Todo cierra. Bueno no, dentro de 30 días mucha gente va a tener muchos pesos (mas que hoy por ejemplo) y va a ir a comprar dolares ¿Por que? Porque es barato. Y es barato porque subiste las tasas. Entonces las subo de nuevo y abarató mas el dolar. Entonces dentro de 60 días mucha mas gente con muchos mas pesos van a ir a comprar dolares. ¿Por que? Porque están MUY baratos, porque los abaraté mucho subiendo las tasas.

Unknown dijo...

Si bien esos 370k son al año, es una locura igual.

Anónimo dijo...

¿Y por qué permiten semejante desastre desde el gobierno? ¿Tan larga la tienen los banqueros?
Solamente espero que estos cuatro años pasen rápido...