LA FRASE

"QUE DESDE LA VICEPRESIDENCIA SE SOSTENGA UNA AGENDA QUE NO SEA LA DEL GOBIERNO ES ALGO QUE NUNCA SE HA VISTO." (JULIO COBOS)

martes, 5 de abril de 2016

¿PARA QUÉ TE VAS A ENDEUDAR, ME QUERÉS DECIR?


¿Te acordás que al final del gobierno de Cristina Santa Fe -entre otras provincias- le ganó un juicio a la Nación por los fondos de la coparticipación federal que iban a la ANSES, y otro por los que iban a los gastos de funcionamiento de la AFIP?

Bueno, como consecuencia del fallo de la Corte Suprema, desde entonces le dejan de descontar esos fondos de la coparticipación y los recibe en forma diaria y automática, como todos los que vienen de impuestos nacionales coparticipables.

En el decreto de apertura lo que está haciendo Lifschitz es ampliar el presupuesto provincial 2016 votado por la Legislatura el año pasado, porque cuando se votó no estaban incluidos esos fondos, porque el fallo acababa de salir. Y lo amplía para incluir esos mayores recursos para el primer trimestre de éste año.

En la misma ley de presupuesto (artículo 97) los legisladores provinciales le impusieron que esos fondos adicionales vayan todos a financiar obras públicas, y el pago de los servicios de la deuda contraída con anterioridad para hacer obras de infraestructura. Por si no lo sabías: aun con "cepo" y sin arreglo con los buitres, el gobierno de la provincia gestionó y obtuvo préstamos para hacer obras (si las hizo es otra cosa, los créditos hay que pagarlos).

Hace poquito Lifschitz dictó otro decreto igual, en éste caso para incorporar al presupuesto provincial esos fondos adicionales que surgen del fallo de la Corte, para el segundo trimestre de éste año: 


Si tomamos en cuenta en los dos decretos la "Fuente de Financiamiento 3007" (es decir los recursos que se pueden usar sólo en obra pública propiamente dicha) la provincia recibiría para la mitad del año 3319 millones de pesos por encima de lo que contempló en su presupuesto; exclusivamente destinados a la obra pública. Si anualizamos ese importe nos daría unos 6638 millones adicionales que reiteramos -de acuerdo con la ley de presupuesto- el gobernador no podría usar para otra cosa que para hacer obras.

Así las cosas ¿me querés explicar para qué quiere Lifschitz endeudar a la provincia en 500 millones de dólares (al tipo de cambio del viernes, unos 7445 millones de pesos) para hacer -justamente- obras, excusa que dio además en su paso por el Congreso para bancar el acuerdo con los buitres?

Por no mencionar que en los anexos de ambos decretos no se hace la más mínima mención a cuáles serían los proyectos concretos que se financiarían con esos recursos, ni cuanto costaría tentativamente cada uno.

Dicho de otro modo: si ahora que tienen plata constante y sonante para hacer obras, no tienen individualizados los proyectos ¿van a aparecer de golpe milagrosamente a la hora de salir a pedir prestado afuera en dólares?

Claro que si teniendo plata fresca expresamente destinada a hacer obras, la usás para pagar deudas contraídas por el gobierno anterior, seguramente vas a tener necesidad de salir a endeudarte si querés hacer obras. No parece muy astuto, pero eso es lo que hicieron al menos con parte de los fondos que empezaron a llegar a la provincia tras el fallo de la Corte, de acuerdo con éste otro decreto:

  
Para que se entienda; durante los dos últimos años de su mandato, Bonfatti emitió letras de tesorería y pagarés para captar fondos del mercado en el primer caso, y "pedalear" el pago de deudas con proveedores y contratistas, en el segundo.

Lo que está haciendo ahora Lifschitz es pagar unos 2400 millones de esos papeles voladores que quedaron dando vuelta con diferentes partidas, entre ellos 1000 millones de pesos de los que llegan tras el fallo de la Corte: y deberían ser destinados para obras, porque así lo manda la ley de presupuesto.

Lo otros 1400 millones de pagarés y letras a cancelar también se financian con otros fondos afectados a obra, como parte de la recaudación del Inmobiliario Rural e Ingresos Brutos que deberían destinarse a obras de infraestructura vial. 

A menos que los pagarés (no las letras) se los hayan dado a las empresas contratistas por el pago de certificados de obra pública, usar esas partidas para cancelarlos parece solo una excusa para intentar justificar -al menos en parte, y sin decirlo- el pedido de endeudar a la provincia en 500 millones de dólares. 

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