LA FRASE

"DE MI ASCENSO A SECRETARIO DE ESTADO SOLO DIRÉ QUE SI UNO ES BUENO EN LO SUYO, EL RECONOCIMIENTO SIEMPRE LLEGA." (MANUEL ADORNI)

sábado, 10 de junio de 2017

¿CON UN GUIÑO DE LA CORTE?


Leíamos hace unos días en Infobae: "Para evitar la falta de actividad legislativa por la campaña electoral que ya empezó el presidente Mauricio Macri prepara una batería de decretos tendientes a agilizar la economía y evitar la incertidumbre de una administración frenada. Según confiaron a Infobae fuentes calificadas de la Casa Rosada y del Congreso, el paquete de decretos de necesidad y urgencia (DNU) que prepara Macri apuntan a exponer un gobierno activo pese a la modorra legislativa y el trajín de la carrera proselitista."Ante una parálisis del Congreso como la que estamos sufriendo no podemos quedarnos cruzados de brazos y esperar que la oposición maneje los tiempos de la administración del Estado", se sinceró un destacado secretario de Estado al exponer parte de la estrategia oficial.

Desde algunos ministerios, la Jefatura de Gabinete y la Secretaría Legal y Técnica empezaron a analizar al menos cuatro DNU que podrían salir en lo inmediato y que traerán polémica: uno contempla los puntos centrales del demorado proyecto de ley de mercado de capitales, otro prevé cambios en el sistema de deducciones de seguros de vida, un decreto habilitará los ejes prácticos del Plan Maestro educativo y una iniciativa para crear una agencia de control de prestaciones médicasAlgunas de estas iniciativas fueron enviadas al Congreso por el gobierno pero no serán tratadas hasta después de octubre con la mejor de las suertes. " (las negritas son nuestras)

Muy hermosamente republicano todo: como el Congreso no aprueba los proyectos que el presidente envió tal y como él los mandó (y los que no mandó todavía, también), los saca por DNU, y listo. Así como antes los sacaba con la excusa de que el Congreso estaba en receso, cuando le bastaba con convocarlo a extraordinarias, y listo, excusas nunca faltan.

Los DNU en ciernes incluirían al "Plan Maestro" en educación analizado acá, y la reforma a la Ley 26.831 que regula los mercados de capitales, cuestión analizada en su momento acá y también acá; con propósitos bien claros: transferirles a las provincias el peso de financiar la educación en un caso, y flexibilizar los controles de los mercados de capitales en el otro, eliminando toda forma de protección de los derechos de los accionistas minoritarios de las empresas (como el Estado en Papel Prensa, o en las empresas del Fondo de Garantía de la ANSES tiene acciones)  frente a los abusos y defraudaciones de los accionistas mayoritarios de las mismas. 

Nos remitimos a lo dicho en ambos casos para concluir en que además aquéllos proyectos que a Macri le interesa aprobar por DNU son -además- los que no resisten un debate serio en el Congreso, por impresentables.  

Para poder completar la maniobra (al igual que en todos los casos anteriores en que dictó decretos de necesidad y urgencia) Macri cuenta con la invalorable colaboración del massismo en la Comisión Bicameral Permanente de control creada por el artículo 99 inciso 3) de la Constitución o en Diputados (para el Senado cuenta con Pichetto y sus muchachos), para que ningún DNU sea rechazado.

Pero cabe preguntarse que pasaría si -por ejemplo- estos DNU de inminente sanción son cuestionados en la justicia. Veíamos el año pasado en ésta entrada que la Corte en el 2010 puso límites al uso por el Poder Ejecutivo de la facultad de dictar DNU's: "De hecho, la Corte Suprema dijo ya en el año 2010 en un fallo que el Poder Ejecutivo no puede apelar a los DNU cuando no puede imponer en el Congreso sus propios proyectos, o su agenda política: "El texto de la Constitución Nacional no habilita a elegir discrecionalmente entre la sanción de una ley o la imposición más rápida de ciertos contenidos materiales por medio de un decreto..."." (las negritas son nuestras, de la cita textual del fallo).

Siendo tan claro el fallo (que recayó sobre un DNU emitido por Duhalde en el 2002) cuesta creer que el gobierno se anime a dar el paso de sacar por esa vía los proyectos que no avanzan en el Congreso (o los que siquiera se anima a enviar) sin tener al menos un guiño o una media palabra de la Corte (o de parte de ella, la nueva mayoría automática) de que los decretos pasarán sin problemas el filtro judicial; lo que de corroborarse sería una mancha más para el tigre cortesano, luego del bochorno del 2 x 1.

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