LA FRASE

"LA CANTIDAD DE PERROS DEL PRESIDENTE ES UNA DE LAS CUATRO O CINCO COSAS EN LAS QUE LOS ARGENTINOS NOS TENDRÍAMOS QUE PONER DE ACUERDO." (MANUEL ADORNI)

sábado, 30 de diciembre de 2017

CUANDO DOS REFORMAS SON MALAS, JUNTAS NO PUEDEN PRODUCIR EFECTOS BUENOS


La bochornosa reforma previsional aprobada por el gobierno de Macri se basó en la idea de que el sistema de seguridad social "es insustentable", y "la ANSES no da más"; pero al mismo tiempo privaron de recursos al mismo sistema y al organismo que lo administra; por ejemplo sacándole el 20 % de la recaudación del impuesto a las Ganancias que le estaba destinado.

Porque como es sabido, ninguna sistema previsional en el mundo se sostiene solamente con los aportes que hacen los trabajadores y la contribución patronal, que siempre se complementan con la afectación específica de una parte de la recaudación impositiva.

Cuando Lifschitz firmó con Macri el pacto fiscal que luego trató de negar en los hechos, estaba teniendo a la vista el sistema previsional no solo nacional, sino el de la provincia: uno de los argumentos centrales que esgrimió para hacerlo es que de ese modo la nación -por fin- le financiaría el déficit de la Caja de Jubilaciones provincial.

Con la misma promesa luego incumplida, en el 2016 el socialismo acompañó el blanqueo de capitales, una ley ómnibus que -entre otras cuestiones- contenía la progresiva desaparición del impuesto a los Bienes Personales, uno de los tributos más progresivos del sistema impositivo argentino (de allí que se lo conozca como "impuesto a la riqueza"), y que se destinaba también en parte a financiar la seguridad social.

El decreto cuya imagen encabeza el post está incorporando al presupuesto de la Caja de Jubilaciones de la provincia recursos propios adicionales (es decir, por encima de los previstos en el presupuesto) por algo más de 249 millones de pesos, contribuyendo de ese modo a financiarla sin aportes del tesoro de Rentas Generales.

De esos recursos, $ 53.030.000 provienen de la recaudación de Bienes Personales, como consecuencia de la exteriorización de propiedades a través del blanqueo.

Pero justamente cuando los cambios que introdujo la ley del blanqueo (que el socialismo votó, reiteramos, para que le financien el déficit de la Caja) produzcan todos sus efectos, Bienes Personales habrá desaparecido, y en consecuencia el sistema jubilatorio santafesino tendrá más déficit (y no menos), porque le podarán una de sus fuentes de ingresos.

El famoso síndrome de la frazada corta, aplicado a las reformas neoliberales.

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